La melatonina soluble en agua es una neurohormona indolamina cuyos niveles varían en un ciclo diario, lo que permite el acoplamiento de los ritmos circadianos en diversas funciones biológicas en animales, plantas y microbios. Esta forma hidrosoluble de la melatonina facilita su absorción en el organismo, favoreciendo los patrones naturales del sueño. Sus efectos se transmiten a través de los receptores de melatonina, incluidos los subtipos MT1, MT2 y MT3. La melatonina también regula al alza enzimas como la glutatión peroxidasa, la superóxido dismutasa y la catalasa, contribuyendo a sus efectos biológicos.